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Foto del escritorBruno Venegas

A río revuelto...



Y entonces envalentonado en su mañanera, dijo: “...los reto a que adelantemos la revocación del mandato...”. Creyendo que cabalga sobre su aprobación ya en vías de extinción.


Pretendiendo ser Don Rodrigo Ruiz de Vivar montando a Babieca a través de las puertas de Valencia, blandiendo armas sobre el cuerpo inerte del Campeador que aterrorizo a los moros que creían haberlo abatido; Pero realmente solo es Patroclo que cual impostor vistió la armadura de Aquiles, solo para que la lanza de Héctor le arrebatara la vida.



La revocación de mandato es una de las peores ideas en lo político, pues desestima la elección inicial de un mandatario, una legislación ad hominem creada solo para el falso profeta y que solo provocaría inestabilidad en la vida pública. Lo aprobado por el congreso prohíbe las campañas de propaganda tanto a favor como en contra, pero ¿cómo se va a limitar el derecho a la libertad de expresión?, ¿qué autoridad electoral va a poder silenciar al Presidente?


Esta prohibición beneficia al Presidente, que tiene un gran poder mediático en sus mañaneras y del otro lado una oposición y sin que puedan apoyarlos organismos privados. Esto haría una contienda muy inequitativa; pero supongamos que se lleva a cabo y se decide por la remoción, en ese caso nos enfrentaremos a un personaje que jamás ha aceptado una derrota en las urnas, pero si esto se concretase, entonces caeríamos en una perverso juego político.


El art. 84 const. dice que el Srio. de Gobernación tomaría el poder hasta por 60 días en lo que el Congreso designa a un substituto mientras que la Ley de Revocación dice que sería el presidente de la Cámara de Diputados por 30 días.

El Congreso tendría que nombrar, por una mayoría calificada al sustituto que concluiría el periodo constitucional. Se iría, por tanto, uno que ganó en una elección popular para quedar uno que ganó en una votación en el Congreso.


Imaginemos los juegos políticos entre Morena y la oposición para nombrar al substituto, donde en el mejor de los casos quedaría un Presidente de pacto, un debilucho sin apoyos reales en el Congreso. Quien apuesta a dividir es perverso y vil, además que su intención es continuar su campaña permanente desde el templete de la mañanera para destruir cualquier oposición y fortalecer a su partido metiéndose a la boleta en el 2021.


Para cerrar, ¿Quién va a querer invertir en un país en el que el Presidente tiene que presentarse, a mitad del camino, a una elección para ver si se queda en el poder y, si pierde, lo sustituya quien sabe quién?




Publicado en Twitter por @bruno_eli el 17/04/2020

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