El 27 de febrero se detectó el primer caso de COVID-19 en México, es decir hace 110 días… casi 17 semanas; la pandemia en Wuhan duro 12 semanas y aquí aún no hemos llegado al pico de la pandemia.
Al día de ayer contábamos ya con 150 mil casos confirmados y 17,580 desafortunados fallecimientos por esta pandemia, una verdadera tragedia para muchas familias y que no se ve un fin próximo, sin embargo las autoridades comienzan a pintar de naranja al país.
Lo más lamentable siempre será la pérdida de vidas y como nuestros héroes trabajadores de la salud son abandonados por el gobierno y son una gran parte de las víctimas mortales de este virus; pero hay otras víctimas…
Al cierre de Mayo tan solo en la economía formal un millón de personas han perdido su fuente de ingresos, su seguridad social, su sustento… esa pérdida de empleo no se compara a las cifras del sector informal.
Se cree que en el sector informal 12 millones de personas han perdido su fuente de ingresos, cifras nunca antes vistas en nuestro país, esto es una desgracia para la gente y cada dia que pasa se profundiza la crisis económica.
Otras víctimas son las 9.984 empresas que han cerrado sus puertas de acuerdo con cifras del IMSS, en su mayoría pequeñas y medianas empresas a las que el gobierno les dio la espalda y se vieron en la necesidad de cesar operaciones de forma permanente
Esto es un gran problema pues las fuentes de empleo escasearan y los millones de desempleados no encontraran una fuente de ingresos, esto hará cada vez más difícil la crisis por la caída del consumo y la caída de producción
Diversos sondeos calculan que en el mejor de los casos, el empleo recuperara rl nivel previo a la pandemia hasta 2022, otros creen que nunca se alcanzara; otra víctima es el atractivo del país a la inversión que ha caído gravemente en los últimos años
Una última víctima de la que hablaré es el estado de derecho, la seguridad jurídica es inexistente y un gobierno de capricho ha secuestrado toda confianza en el país, la mentira y el engaño son la bandera de la honestidad valiente de Andres
El inicio del sexenio fue muy malo, el presente incierto, pero el futuro es trágico.
Quien guía el destino del país es ciego y sordo, regalando solo sinsentidos en decálogos estériles e ideas retrogradas y perversas.
Publicado en Twiter por @bruno_eli el 16/06/2020