República evangélica o Revolución ideológica
- Bruno Venegas
- 19 may 2020
- 3 Min. de lectura
Actualizado: 20 may 2020

El día de ayer me tope con la nota acerca de la distribución de la famosa Cartilla Moral de López y tuve que leerla para poder dar una opinión medianamente informada; quiero empezar por decir que las revoluciones ideológicas se han manifestado a lo largo de la historia como pudo ser la conversión al catolicismo en el Imperio Romano, la revolución burguesa en Francia, Las leyes de Reforma en México, la Rusa de 1910, la Cubana en los '50, la Maoísta en los '60 y otros casos como la caída del bloque socialista o el derrocamiento del Shá de Irán.
Como vemos en casi todas, la intención fue la de consagrar un nuevo régimen político y/o económico, la razón es, que mediante la transformación de la conciencia social y la adopción de esa nueva ideología a nivel social, se logra que la misma sociedad "por convicción" no solo acoja el nuevo régimen sino que se convierta en agente de cambio y garante de la implementación del mismo; esto sucede incluso en la cultura corporativa y aumenta las posibilidades de éxito de un proyecto.
En ocasiones, el cambio ideológico puede incluso permear a las leyes y entonces los nuevos esquemas de pensamiento se convierten en obligatorios, en otros casos, no llegan a la observancia general, pero influyen en la conducta al establecer los parámetros moralmente aceptados y por ende la inobservancia generaría una alienación social e incluso vergüenza pública.
Al leer la Cartilla Moral, quedé sorprendido por el contenido y los ejes que desarrolla (aquí la dejo por si te interesa), intentando mostrar una gran habilidad, desarrolla el tema partiendo de conceptos tales como ética, moral, el bien, el mal, cuerpo, alma y espíritu, civilización y cultura, y los va intentando ligar pasando por el individuo, la familia, la sociedad, el derecho, sociedad, patria y naturaleza.
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El documento esta medianamente bien escrito, intentando apelar a la moralidad como valor fundamental (lógico por su título) y al ir leyéndolo, encontré grandes coincidencias en el fondo con lo escrito por San Agustín de Hipona por allá del s.IV o s.V, obras "Confesiones" y " Enquiridión" que leí hace muchos años en mi gusto por la filosofía.
No haré una de-construcción ni del documento ni de las obras, pero un precepto que llamo muchísimo mi atención es que la Cartilla Moral dice:
"El bien es un ideal de justicia y de virtud que puede imponernos el sacrificio de nuestros anhelos, y aun de nuestra felicidad o de nuestra vida."
y San Agustín concluye que la causa del mal se debe a nuestra capacidad de elección, (nuestra libertad), y más precisamente en un error del juicio, que considera este bien apetecible u otro tipo de bien, por encima del sumo bien.

Algo que me alarmó es que en la página 29 del documento, el segundo resumen incluso nos deja "sus mandamientos", dogmáticamente no considero que la exaltación de la moralidad tenga repercusiones negativas y dentro del contrato social del que formamos parte, es importante tener reglas de convivencia pero valores tales como el bien y el mal, justicia (en sentido filosófico), ética y moral son enteramente subjetivos, individuales y mutables; es por ello que, si bien requerimos impulsar conceptos como la solidaridad, empatia, conciencia social, el primer objetivo de una nación-estado, es garantizar el estado de derecho, erradicar la impunidad, garantizar los derechos y demandar el cumplimiento de las obligaciones ciudadanas.

En lo particular repruebo que como acto de gobierno, la administración pública intente dictar lo moralmente aceptado y por ende veje las libertades de decisión, elección, pensamiento, acción y culto de los ciudadanos y, que el ejecutivo en su papel de rector del orden público, utilice el peso de la ley para mantener el estado de derecho y convivencia de los ciudadanos y rechazo mensajes apostólicos del ejecutivo.
Si tú profesas alguna fe, si eres agnóstico, espiritual o escéptico, deseo encuentres la redención que buscas mediante la observancia de los dogmas y el esquema moral y de valores que dicten tu conciencia y libre albedrío; pero te ruego que jamas permitas que el estado dicte tu moralidad o conducta, ni coarte tu libertad de pensamiento y elección.

Yo no solo celebro la diversidad, sino que la acepto como el nuevo orden social, no importa si nuestros credos, preferencias sexuales, genero, raza o condición socio-económica son distintos, Como todo mundo cometo errores, pero ante todo debemos, desde mi punto de vista, garantizar nuestra igualdad ante la ley y generar equidad en nuestro trato público y privado; pero permitir que desde la tribuna pública se intente dictar nuestros valores morales es inaceptable.
Publicado en Twitter por @Bruno_eli el 28/06/2019
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