México ha presenciado las conferencias mañaneras de López desde hace 15 meses; que, de acuerdo a los simpatizantes es un gran ejercicio de rendición de cuentas y comunicación social, pero esto no es mas que una estratagema que ha usado el presidente desde su tiempo como jefe de gobierno, del que ya he compartido mi opinión al respecto.
Casualmente, en este mundo globalizado, ningún jefe de estado ha replicado este ejercicio o siquiera lo ha evaluado como una buena idea que copiar; una de las virtudes de López para permanecer vigente (durante 18 años de campaña) fue, precisamente la de mantenerse permanentemente en el ojo de la noticia, recordarás su constante pugna mediática con Vicente Fox o su permanente descalificación al mandato de Felipe Calderón o su constante crítica al desempeño de Enrique Peña Nieto.
Esta estrategia le permitió estar en la mente del electorado hasta que finalmente en julio 2018, logró la victoria para llegar a la mas alta oficina de la nación, pero hoy, esas mañaneras intentan establecer la agenda gubernamental; con una prensa normalmente a modo y acrítica que solo fomenta esa imagen mesiánica, pero la megalomanía y soberbia de López, aunadas a su auto-victimización, con el único fin de desviar la responsabilidad, han causado que su aprobación presente una tendencia bajista desde hace un año.
Esta sobre exposición en los medios es un daño que López se auto-inflige, ya que, al constantemente culpar a sus adversarios, lo que esta demostrando es una debilidad política ante:
a. la falta de resultados
b. adversarios que "no puede vencer"
Así, al candidato que benefició la exposición en medios, así al presidente lo muestra débil y mina su posición. La opinión pública devora a un presidente que no tiene mas éxito que la posverdad que busca implantar, pero: el tiro le salió por la culata.
Publicado en Twitter por @bruno_eli el 02/03/2020
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