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Foto del escritorBruno Venegas

El ungido y los falsos profetas



"También guardaos de los falsos profetas, que vienen a vosotros con vestidos de ovejas, más de dentro son lobos rapaces. Por sus frutos los conoceréis” Mt – 7:15.

En las religiones abrahámicas, el Mesías (del hebreo מָשִׁיחַ Māšîaḥ “el ungido” es el salvador o liberador. En el judaísmo y el cristianismo, el Rey descendiente de David, prometido por los profetas al pueblo hebreo lleno del Espíritu de D-os.


A lo largo de la historia existieron muchas personas a las que se les consideró Mesías, pero generalmente, se entiende que este título en particular se asigna al enviado escogido por D-os, que traerá la paz a la humanidad instaurando su Reino.



Un falso profeta es aquel individuo que ilegítimamente finge cualidades de profecía o se proclama poseedor o de dones divinos. Se usa en la religión judeocristiana para referirse a impostores llenos de falsedad, malicia e hipocresía.


Se considera falsos profetas a aquellos que se proclaman poseedores de dones de carácter profético, o un falso carisma o una falsa imagen, que utilizan para fines ocultos (demagógicos, demoníacos, políticos, lucrativos, económicos, personales, etc.)


Esta palabra también llega a usarse en el lenguaje coloquial para referirse a un farsante o simulador que se hace pasar por una persona buena, cuando en realidad, esconde motivos maliciosos e ilegítimos.


La ideología mexicana, se ha caracterizado desde hace mucho tiempo por tener una orientación mesiánica, donde se busca al caudillo o a ese líder que nos llevara al edén económico, político y social.



Al buscar ese refugio, el mexicano ha depositado casi una fe ciega en numerosos personajes, pero hoy en día, fue en el mas siniestro de todos y es el mas siniestro, porque vendió sueños de opio, regalo promesas vacías, se consagro así mismo, auto elevó su calidad moral y se identifico a sí mismo como el gran nuevo salvador, ligando su personaje a la identidad nacional y lo permitimos y ahora, cualquiera que se le oponga es un traidor ante la nación.


Y el impostor predica desde el púlpito cada mañana, envileciendo y segregando al rebaño, y mientras la oveja, cree sentir caricias, se encuentra de pronto trasquilada; hasta que un buen día se de cuenta... que su carne ya se encuentra en la hoguera.


“Peca un pueblo cuando hace o permite que se hagan cosas que pueden redundar en su ruina.” - Baruch Spinoza

Publicado en Twitter por @bruno_eli el 29/01/2020




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