Es normal que en redes sociales, muchos tomemos a guasa el tema de la crítica, y neta no está mal, pero hay que saber distinguir entre la sátira política y un análisis sustentado y objetivo; Yo mismo he usado la sátira como herramienta para aclarar situaciones que de otra forma serían tediosas o difíciles de entender, no que yo sea el non-plus ultra, pero a veces intento explicar temas complejos con frases simples.
Pero perdemos un poco la perspectiva cuando criticamos las formas y mira que hay tela de donde cortar, pero criticar a un personaje por su físico, vestimenta y todo tipo de cosas banales, solo mengua nuestra reputación como analistas, no es que yo sea aquel, pero esta administración es lo suficientemente inepta, además de estar basada en sueños de opio, como para desperdiciar nuestro análisis en nimiedades que no abonan al futuro del país.
El fondo es lo criticable, es lo que debe estar bajo la lupa, ver como la mentira sistemática, el uso indiscriminado de la posverdad y la falta de transparencia y rendición de cuentas son el epicentro de este gobierno; si aunamos a esto, la ineptitud y la completa falta de resultados, vemos que tenemos tarea para rato, pero a veces preferimos la crítica burda y vulgar.
He dicho que gobernar no es fácil y requiere de gente seria, así también hoy digo que el análisis y la crítica requieren una oposición propositiva, formal y proactiva, que realmente busque, no el bombardeo estéril, sino el consenso para construir.
Nuestro peor enemigo no es el gobierno, son el ego y protagonismo, sino nos unificamos en una sola voz, se cumplirá el adagio sobre el que Andrés sostiene su estandarte: Divide y vencerás.
Y tú… ¿Qué vas a hacer?
Yo me uno a esa iniciativa para construir, pero como decía el comercial:
¿tienes el valor o te vale?
Publicado en Twitter por @bruno_eli el 04/05/2020
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