El reto del financiamiento al sistema de salud no termina al concluir la crisis sanitaria, la respuesta inmediata y de mediano plazo exige medidas extraordinarias que se concentren en proteger la vida y la salud de la población.
En el largo plazo se requiere llegar a la CUS y reducir las inequidades en los subsistemas de salud.
Los recursos disponibles para hacer política pública (después de deuda, aportaciones a estados, EPEs y gastos de operativos) se han reducido del 6.6% al 2.4% del PIB en solo 4 años, lo que no deja mucho espacio de maniobra.
Entre las grandes contradicciones, en los últimos años se ha incrementado el número de afiliados y la amplitud de servicios, sin embargo el enfoque presupuestal no coincide con las ampliaciones propuestas.
Lo anterior provocó que aún con el aumento en la afiliación de 20 millones de personas en los últimos 10 años, la tasa de atención en el sistema de salud se encuentre debajo del 50%, lo cual lo hace un elefante blanco.
México está envejeciendo y sabemos que existe la prevalencia de enfermedades crónicas, esto nos llevaría a que en tan solo 15 años, se requerirá invertir 10% del PIB en salud; esto nos deja con un hueco en el gasto público de 7.5% del PIB
De acuerdo al CIEP, INSABI requiere por lo menos de 162 mmdp para funcionar, y arranco con solo 40 mmdp provenientes del Fondo de Protección contra Gastos Catastróficos, que no es una fuente de financiamiento recurrente.
¿Otro gran riesgo? INSABI será particularmente importante debido a que su población de afiliados podría incrementar como consecuencia de la reducción de empleos formales durante la crisis.
Es importante que en un sistema de salud maduro y sostenible exista el co-financiamiento estatal y la unificación de subsistemas para mitigar y homogeneizar costos de operación, amplitud de servicios y con ello mejorar la calidad de los mismos.
Nos hicieron la falsa promesa de un sistema de salud de primer mundo; las acciones prueban lo contrario; estamos lejos de lograr la CUS y el COVID vino a demostrar las deficiencias y la incongruencia de las acciones de gobierno
Por último vemos como el crecimiento y envejecimiento de la población son un gran riesgo para el colapso de nuestro sistema de salud y de seguridad social en los próximos años.
Publicado en Twitter por @bruno_eli el 16/07/2020