Es la acción que el Estado utiliza para controlar a la ciudadanía mediante la fuerza por razones políticas, con el propósito de restringir o prevenir su capacidad de tomar parte en la vida pública; reprimiendo o castigando desde el poder.
La represión política busca impedir el ejercicio de derechos civiles y de libertades como libre expresión, reunión, manifestación, asociación, etc. Que son consideradas como inalienables en la democracia.
En Julio de 1998, en el Estatuto de Roma, se estableció la Corte Penal Internacional, donde en los artículos 7.1h y 7.2, se estableció a esta conducta como un crimen de Lesa Humanidad; al atentar y violar contra los derechos humanos fundamentales
Se considera en el Estatuto que la persecución política es el conjunto de acciones y políticas que emprende el Estado, incluso a través de sus propias leyes, para perseguir de forma discriminatoria a grupos o personas por motivos políticos, raciales, culturales, etc.
Los gobiernos autoritarios suelen tener este tipo de conductas, aunque no son exclusivas de ellos; sin embargo, esta pseudo transformación ha retomado las viejas prácticas de Díaz Ordaz y con el uso de diversas instituciones ha iniciado esta cruzada.
Cabe mencionar que no estoy defendiendo a político alguno, porque como dije en un hilo anterior, sus ideologías solo se sujetan al principio de conveniencia y en el juego del poder; todos buscan canonjías y un lugar en esa mesa.
El arma que esgrime López es la Unidad de Inteligencia Financiera y esta ha sido quien se ha encargado de ejercer el miedo al más puro estilo de la Gestapo, buscando, investigando o simplemente amagando a distintos personajes con el afán de tenerlos bajo control.
Cuántas veces hemos escuchado esa amenaza de que la UIF está investigando a este o aquel, que como sabemos gran parte de la clase política tiene cola que le pisen y es por ello que algunos personajes han menguado en la vida pública después de esas amenazas
Aquel que decía que era muy malo para la venganza, tras bambalinas constantemente busca atacar y reprimir a quienes percibe como enemigos, a veces mediante el juicio ante la opinión pública con sus deméritos personales o en abstracciones de monstruos invisibles.
Muchas otras con “la espada de la justicia” que usando el poder del estado, solo se dedica a aplastar al adversario; este comportamiento maquiavélico, solo nos regresa una y otra vez a redescubrir esa obra que creas o no, se aplica cada vez más en esta administración.
Publicado en Twitter por @TUxMexico el 13/05/2020