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Foto del escritorBruno Venegas

¿Qué le decimos al dios de la muerte?



Hoy quiero empezar un debate con mi buen amigo @VocerodeIP quién escribió una interesantísima disertación respecto a la pena de muerte, es un tema controversial, en el que no concordamos, pero eso no significa que no respetemos nuestra diferencia de opiniones y quiero establecer la mía para abrir el debate.




Hoy en día la pena de muerte está presente en países como Irán, Irak, Arabia Saudita, China y EEUU, quienes de acuerdo con Amnistía Internacional son responsables de más del 80% de las ejecuciones a nivel mundial.



En el sentido estricto, la pena capital solo debe aplicarse a todos aquellos que sean culpables del delito que la amerite; pero esto me llevó a recordar mi artículo respecto a la procuración de justicia


Hablar de la pena capital, no es algo que queramos tener en la discusión pública pues es una de esas cosas que uno puede querer, pero una vez que lo tienes no sabes si es justo lo que necesitabas; ejecutar inocentes, queda fuera de la conversación porque solo se debería hacerlo con los culpables, lo cual nos genera una gran controversia; porque no importa el medio utilizado para ello, siempre tendrá el mismo fin: acabar con la vida de una persona.


Casualmente en el Reino Unido, que no tiene implementada la pena capital, una encuesta revelo que el 51% de la población apoya reinstalarla; la pena capital es algo que puede ser natural desear tener, pero que no necesitas necesariamente.


La pena de muerte es como el chile habanero (no soy partidario del picante, así que lo usaré como ejemplo), cuando no lo has comido puede ser tentador el hacerlo, pero cuando una vez que lo pruebas, te das cuenta que no debiste haber hacerlo.


Aunque casi ningún país de occidente aplica la pena de muerte, pero SI alguien comente un crimen atroz, evidentemente a algunos les gustaría poder sentenciarlo; pero empecemos con ese “SI”:



En los EEUU han existido más de 300 exoneraciones de reos en espera de la pena capital, desde que se empezó a utilizar pruebas de ADN; siendo que lo que antes se consideraba evidencia irrefutable, ha sido descartada por su falta de soporte científico; las condenas erróneas no son tan raras, se considera de acuerdo con un estudio de la Academia Nacional de Ciencias de los EEUU que el 4% de los convictos en espera del patíbulo son inocentes.


Ahora bien, si existiese una herramienta mágica para garantizar que los condenados sean culpables; los argumentos a favor de la pena de muerte son:


Es un medio disuasorio para prevenir el crimen: En los EEUU no existe una evidencia incontrovertible de que esto así sea.


La sociedad no debe mantener a los asesinos convictos: El costo por las ejecuciones solo en California desde 1978 asciende a 4 mil millones de USD en un promedio de 308 millones por ejecutado, lo cual es 10 veces más caro que el encarcelamiento de por vida.


¿Queremos vivir en un país donde se pretende ejecutar al perpetrador de un delito atroz? Yo digo: NO, quizá tu puedas decir Si; pero las implicaciones morales donde pueda perder la vida tan solo un inocente, probablemente sean bastante incomodas.


Concluyo: la pena de muerte puede ejecutar inocentes, no disuade al crimen y es más cara que el encarcelamiento de por vida Hijo: Papá, ¿si matáramos a todos los malos solo quedaríamos los buenos no? Papá: No hijo, solo quedaríamos los asesinos.


Publicado en Twitter por @bruno_eli el 29/01/2020



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