Nuevamente nos encontramos con otro desatino de la autoridad, en otro hilo escribí acerca del monopolio en el uso legítimo de la fuerza por parte del estado, refiriéndome a los vacíos de autoridad que se han visto en este país durante ya varios años y como Felipe Calderón al tomar protesta declaró una guerra frontal al crimen organizado, que ha tenido consecuencias, su actuación la dejo a tu juicio pero como decía Max Weber en su obra "La politica como vocación", para tener un estado funcional, es imperante que el monopolio del uso legítimo de la fuerza recaiga sobre el estado (población, territorio y gobierno), es importante pues, afirmar su función mediante la reproducción de las formas de violencia que sustentan las relaciones existentes de poder social, y la supresión de las formas de violencia que amenazan con perturbarlas.
Las fuerzas del orden público, como rama del ejecutivo, representan son el "lado duro" del estado, ya que entre sus funciones esta la de no solo la protección del orden de convivencia, sino la prosecución de infractores y delincuentes, la colección de elementos condenatorios y por supuesto la presentación de esos transgresores de la ley ante el poder judicial; todo lo anterior con respeto irrestricto a los derechos humanos, el debido proceso y al estado de derecho.
Dentro del pacto federal, se tiene una estructura política que respeta tres niveles de gobierno el local (municipal), estatal y federal; por ende ese mismo pacto, define fundamentalmente dos tipos de faltas y/o delitos, que son las del fuero común y las del fuero federal.
Esta diferenciación es de suma importancia, tanto a nivel operativo como a nivel procesal; la concentración de las fuerzas del orden en el gobierno federal por medio de la centralización o "federalización" de delitos resulta no solo ineficiente sino iluso, la capacidad del gobierno federal no es ilimitada y la prosecución de delitos rebasaría de forma importante a las fuerzas federales, es por ello que los bandos municipales y estatales persiguen delitos del fuero común ya que esta diversificación de la fuerza, permite dar una mayor seguridad al ciudadano común; me puedes decir que eso solo sucede en el mundo ideal y que estamos lejos de él, y de alguna forma tienes la razón, es imperante que en lugar de generar un poder centralizado, se desarrolle una mejora sustancial en las fuerzas locales y estatales y a la vez exista una plena coordinación de los 3 niveles de gobierno.
Concentrar el uso legítimo de la fuerza en la federación, es faccioso y solo presenta tendencias autoritarias y de control; pero después de esta larga introducción, quiero visitar el tema del respeto a las fuerzas del orden público; como dije en el hilo anterior, la ciudadanía en general muestra poco respeto hacia las fuerzas policiales y hasta castrenses, hemos visto en muchas ocasiones como distintas personas faltan al respeto e incluso agreden a agentes policiales e incluso de la milicia, y estos atados de manos por la posible percepción de aparentar ser represoras, no tienen mas remedio que permitir su sometimiento.
Esta es una situación que debiese ser un verdadero foco de atención para las autoridades, pero mas aún, hoy en día la misma autoridad denosta y descalifica una protesta que podrá parecerte justa o no por parte de oficiales de la policía federal.
Insisto nuevamente que las fuerzas del orden público son una rama del ejecutivo y he visto incluso analistas que lo han calificado como un "mini golpe de estado" lo cual es extremadamente grave e irresponsable; los agentes policiales y miembros de la milicia, también son ciudadanos y tienen derechos laborales que la autoridad gubernamental debe garantizar de forma irrestricta.
Es la primera vez que en mis años de vida he visto como el gobierno desacata la ley de forma flagrante y frontal; no estoy diciendo que otros gobernantes no hayan sido corruptos o incluso hayan transgredido la ley, pero es la primera vez que esto se hace a plena luz del día y sin reparo alguno; la descalificación de la oposición es sistemática en esta administración y en su mundo de la posverdad, inventa todo tipo de conspiraciones de adversarios imaginarios e inventados en una especie de gran hermano orweliano que es capaz de incorporar a mercados, calificadoras, instituciones privadas, dependencias de gobierno, ciudadanos, etc. para atacar e intentar desestabilizar al gobierno actual esta "paranoia" de la actual administración no es real, como lo dije en otro artículo, son rasgos de la gobernación y elementos de comunicación típicos de regímenes autoritarios y que solamente están enfocados a distraer la atención de los problemas reales y consagrar a un solo salvador de la nación, incluso presentando un nuevo dogma moral con la famosa cartilla y en una plena vejación al estado de derecho.
Publicado en Twitter por @Bruno_eli el 04/07/2019
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